LIGA DE CAMPEONES

Esta semana estoy muy atareado y no he podido ver la tele, ni oír la radio, ni leer periódicos, y el nerviosismo me corroe porque no se como ha quedado el fútbol. ¿¿¿Alguien me puede decir como han quedado esta semana los equipos españoles en la Champions???

AQUÍ ESTOY …

Bueno, pues ya hace tiempo que no actualizaba esto, así que vamos a darle un pequeño empujoncito.

En primer lugar deciros que hace un par de semanas estuve en un concierto en la Sala Q de Sevilla. Es una sala “alternativa” por decirlo de alguna forma, donde se puede escuchar buena música a buen precio. En este caso, junto con unos amigos, vimos un tributo a Led Zeppelin, mítico grupo de heavy. El grupo que tocaba era Letz Zep, banda considerada como la mejor del mundo en tributos a los Zeppelin. A  pesar de la mala calidad de los vídeos (no son míos, pero si totalmente amateurs), suena así de bien:

En cuanto a libros, ya me terminé de releer “El Ocho” y ahora he empezado con la segunda parte “El fuego” de Katherine Neville. Acabo de empezarlo, pero parece ser del estilo del primero, ya os contaré.

Otra cosa que no tiene nada que ver con todo esto. Y es que ya tenía ganas yo de expresarme al respecto de lo que considero una prueba fehaciente de que este mundo va muy mal, y que se hace todo al revés. Eso, o que los premios Nobel han quedado a la altura del betún. Como yo no se expresar muy bien mis ideas, os dejo el editorial que Bruno Cardeñosa hacía en La Rosa de los Vientos y que reproduce en su blog (dirección en la columna de la derecha):

“9 de octubre: Obama, Nobel de la Paz
En el anterior programa, abría La Rosa de los Vientos con una reflexión sobre el Premio Nobel de la Paz. Faltaban pocos días para que se concediera. Y decía que entre los candidatos estaba Silvio Berlusconi. Añadía que ojala lo ganara, porque de esa forma quedaría al descubierto que ese premio es una estafa y un engaño. No ganó Berlusconi, pero le han concedido el premio a Barak Obama. Y yo me alegro. Ayer viernes disfruté con la noticia, porque la victoria del presidente norteamericano certifica lo que dije: el Nobel de la Paz es un engaño. Pero de inmediato se han fabricado argumentos para justificar lo incoherente del galardón. Uno de los más asombrosos es que es demasiado prematuro, como si de sus intenciones se presumiera que algún día lo podría merecer. Dijo que cerraría Guantánamo: no lo cerró. Dijo que hay que ir hacia un mundo sin armas atómicas: y no ha destruido ninguna de las más de diez mil que él tiene. Dijo que había que salir de Irak, y se mantiene allí con cientos de miles de soldados. Y mantiene la guerra de Afganistán, e incluso va a mandar más soldados. Además, ha permitido asustar al mundo con una pandemia que ha contribuido más que nadie a propagar con mentiras sobre su peligrosidad para sanear las cuentas de la industrias de medicamentos. También ha sido sospechosa su participación, o en todo caso su omisión, en un golpe de Estado. Su gran triunfo ha sido decir de todo -aunque no tanto como nos han hecho creer, en discursos vacíos y populistas- y no hacer nada, sino más bien todo lo contrario. Le tendrían que haber dado el Nobel de Química, por lograr un milagro: conseguir que la alquimia del verbo vacuo se transforme en el millón de euros que le van a dar.”

No puedo estar más de acuerdo con Bruno Cardeñosa.